El buen aprovechamiento de los datos pasa por el almacenamiento
Las distintas soluciones deben manejar unos elementos comunes, pudiendo luego adaptarse a los objetivos de cada empresa.

En el nuevo escenario que se dibuja con la transformación digital se puede ver una línea definida, que conecta desde trabajadores y usuarios a infraestructura, órganos de decisión y estrategia empresarial. La abundancia de dispositivos conectados proporciona nuevas fuentes de datos, a través de las que recopilar información que luego se analiza para extraer datos con los que desarrollar esa inteligencia de negocio. Es el juego del big data y la analítica, que antes parecía cosa de grandes corporaciones pero en el que ahora entran organizaciones de todo tipo y tamaño.
Cada elemento de la infraestructura tiene un papel que jugar en este plan de digitalización y aprovechamiento de la información, para lograr que el proceso acabe por resultar ventajoso para la empresa. Entre estas distintas partes, una de las que más atención requiere es el almacenamiento. El mercado propone una amplia gama de soluciones, para que cada tipo de organización pueda optar por la que mejor se le ajusta.
Los equipos responsables de TI y los dirigentes de las compañías deben trabajar de la mano para elegir el almacenamiento adecuado ya que, como efecto de la digitalización, los altos ejecutivos están cada vez más metidos en las decisiones tecnológicas, trabajando el CEO de forma muy próxima a CIOs, CISOs y cargos similares. A la hora de considerar las distintas opciones, los directores y máximos responsables deben plantearse una serie de cuestiones básicas, como recoge la guía para directores de negocios de Freeform Dynamics y Fujitsu, editada en 2017.
En este documento se plantean tres objetivos clave a la hora de enfocar esta cuestión: el apoyo al crecimiento y desarrollo de negocio, la seguridad y la gestión de recursos y costes. Estas tres cuestiones pueden solaparse o diferenciarse, primando unas sobre otras o dándole a una mayor prioridad que a otra. En función de los distintos grados de importancia que se le dé a cada uno de los puntos, se definirán una serie de requerimientos al almacenamiento, que debe aún así mantener unos estándares comunes, como una buena protección y encriptación de los datos y la incorporación de mecanismos de backup y recuperación ágiles. Pero también hay diferencias: por ejemplo, si el objetivo de crecimiento es ambicioso en una empresa pequeña o mediana, deberá optar por soluciones de almacenamiento fácilmente escalables.
Todo este proceso conlleva una cadena de toma de decisiones, en las que CEO y equipo de TI deben compartir inquietudes y delimitar objetivos para conseguir una transición eficiente. En el proceso de transformación de los datos en elementos de valor, el almacenamiento es un componente clave, y como tal, se le debe dar importancia a la hora de elegir el servicio que mejor se adecúe a las necesidades de cada compañía.