Sintetizar la gestión del centro de datos como vía hacia el SDDC
La nueva versión del Infrastructure Management Software de Fujitsu propone agrupar tareas para mejorar en ahorro y rendimiento.

La oferta de sistemas integrados de Fujitsu PRIMEFLEX se actualiza. La corporación japonesa acaba de realizar el lanzamiento de Fujitsu Software Infrastructure Manager V2.3 (ISM), la renovada versión de su programa de gestión convergente para centro de datos. Esta herramienta permite la administración y monitorización de la infraestructura a partir de un panel de control centralizado.
Una de las grandes ventajas de esta versión del Fujitsu ISM es que facilita la automatización a la hora de implementar infraestructuras adaptables y de despliegue rápido, en las que también se pueden mover cargas de trabajo de rápido crecimiento. Con esto se posibilita una escalabilidad sin complicaciones, además de agilizar el paso a los centros de datos definidos por software o SDDC.
La actualización del software se ha diseñado de tal forma que cubre toda la parte de sistemas TI, integrando también racks y unidades de suministro de energía e incluso nuevos dispositivos, que se detectan de forma automática; un punto clave a la hora de la ciberseguridad, ya que ayuda a revelar los elementos no deseados que se conecten a la red. Con todos estos elementos, la herramienta consigue una monitorización casi en tiempo real, con una supervisión estrecha del estado y del rendimiento de todos los elementos que componen la infraestructura. La solución admite hardware de servidor, almacenamiento y redes de la corporación japonesa y de compañías compatibles, entre las que está NetApp.
Precisamente, la solución forma parte del catálogo de sistemas integrados de Fujitsu PRIMEFLEX, dentro del cual está también incluida la solución de infraestructura convergente NFLEX, actualizada este mismo año y que es una colaboración de la corporación japonesa con NetApp.
Entre los beneficios que se derivan del uso de esta solución está la reducción del consumo de energía, que puede llegar a ser del 50%. También se potencia el ahorro económico, la mejora de rendimiento y del tiempo de actividad, gracias a la optimización de la solución de posibles incidentes.