Cómo funciona una nube empresarial
La adopción de un sistema integrado que lleve el centro de datos a un sistema de múltiples nubes presenta distintas ventajas para superar problemas del pasado en gestión TI.
Infraestructuras anticuadas e hipercompartimentadas, actualizaciones constantes, paradas voluntarias o no previstas, trabajo con elementos de distintas compañías, sin relación entre sí, y las capacitaciones que requiere… El trabajo con los sistemas informáticos y tecnológicos de las empresas puede experimentar una buena cantidad de trabas distintas, que se sintetizan en la complejidad de los mismos y la dependencia de personal para realizar las operaciones más básicas.
Ante esto, muchas empresas optan por la automatización de parte de los procesos, pero esto no siempre sale bien: al limitarse a introducir este tipo de ayudas, se mantienen estructuras que pueden resultar problemáticas. Esto es, se perpetúa el sistema de silos en un entorno complejo y heterogéneo poco eficiente. No se ataja el fondo del problema, que es la complejidad de la infraestructura, sino que, por así decirlo, se buscan distintos parches para optimizarlo. Pero el fondo del asunto, que es que el equipo de TI tiene que preocuparse de múltiples tareas u contenidos de forma independiente, permanece.
Con los cambios en la oferta de cloud estos problemas, lejos de solucionarse, pueden complicarse. Las empresas que adoptan sistemas de múltiples nubes se encuentran muchas veces con la dificultad de tener que gestionar no una opción pública, privada o híbrida, sino varias a la vez; y aunque estas modalidades tienen beneficios evidentes a la hora de optimizar costos y cargas de trabajo, su gestión puede resultar un quebradero de cabeza para la gente de informática y tecnología, si no está correctamente preparada para ello.
Estas situaciones son las que enfrentan las soluciones para sistemas integrados, que trabajan en un entorno de TI híbrida para unificar distintas infraestructuras, simplificar todo su engranaje y facilitar así su desempeño. Es el caso de Nutanix Enterprise Cloud basado en servidores PRIMERGY de Fujitsu. Este servicio plantea la creación de una nube empresarial, dentro de la que se incluyen las distintas opciones de cloud de cada compañía, sean pública, privada o híbrida; el software de Nutanix se apoya en el hardware de los servidores x86 de la corporación japonesa. De este modo, se lleva el centro de datos a la nube corporativa, mejorando la rentabilidad, la resistencia y la adaptabilidad de la TI a los cambios en el negocio. Es una alternativa más libre y, a la larga, más sencilla, menos dependiente de una única solución externa, y que responde con mayor rapidez ante posibles complicaciones.
Este tipo de sistema se sirve de distintos elementos para facilitar la integración. Por ejemplo, al introducir elementos definidos por software se simplifica el trabajo conjunto de elementos que trabajaban de forma aislada, habilitando un espacio virtual en el que interactúen y se complementen de forma sencilla. Esto, a su vez, mejora la capacidad de escalabilidad y la fortaleza general de la TI, ya que se plantea como un único sistema, en vez de múltiples elementos aislados.
Según una encuesta entre 156 profesionales de TI de Freeform Dynamics, las soluciones preintegradas presentan una serie de beneficios tales como la reducción del coste de implementación y de los riesgos de este proceso, o una mayor velocidad y eficiencia. Esto da buena cuenta de las posibilidades de los sistemas integrados, una oferta completa a través de la cual adaptar la TI de forma ágil y simplificar el trabajo con estas herramientas.