La Administración Pública se pone al día con la transformación digital
Un estudio apunta que casi la mitad de las organizaciones de este tipo han implementado proyectos de digitalización con éxito.
La evolución en la infraestructura TI hacia un modelo digital y la adopción de una cultura que se corresponda con los elementos definitorios de este cambio se va poco a poco imponiendo en los distintos sectores de ocupación y trabajo. También en la Administración Pública. Los organismos dependientes del estado tienen una importante tarea en su actualización, dado lo que repercute en la ciudadanía su desempeño y eficiencia.
El estudio PACT de Fujitsu, siglas de Personas, Acciones, Colaboración y Tecnología, revela ahora el grado de implantación que el proceso de cambio digital está teniendo en este sector. Según este informe, un 48% de los encuestados dice haber realizado ya proyectos para ejecutar esta transformación y han obtenido resultados con ellos. Otro 27% dice estar ya trabajando en estos proyectos.
Un tercio de este sector entiende que la digitalización se debe centrar en el servicio al ciudadano y la mejor administración de recursos públicos, también los económicos; de hecho, en general se pone al cliente como el principal agente hacia el que encaminar el cambio. Uno de cada cuatro entiende que las partes de la organización más afectadas son operaciones y procesos. Entre las tecnologías que esperan introducir a lo largo del siguiente año, las más citadas son ciberseguridad, IoT e IA. Sin embargo, para las organizaciones, la visión de sus usuarios no es del todo positiva. En un 84% de los casos dicen que sus clientes esperan que sean más digitales, y en un 74% están detrás de sus competidores.
En general, las administraciones son conscientes de que la transformación digital es un hecho que abarca al total de la estructura. Lejos de centrarse en la parte de negocio, el personal también debe implicarse, y con él, realizarse acciones encaminadas a reforzar todo el cambio. En el estudio se refleja una mayor percepción de la digitalización como vía para crear nuevos servicios, siempre con el usuario en el centro de atención.
El estudio distingue a las personas como una de sus principales motivaciones para el cambio, buscando dar respuesta a una ciudadanía entre la que difícilmente hay homogeneidad de competencias digitales. En tres de cada cuatro casos, además, se percibe una falta de capacidad tecnológica dentro de la propia organización. Eso sí, un 91% de las organizaciones encuestadas tiene ya en marcha acciones para la mejora de acceso a capacidades y experiencia digital, entre las que se cuentan programas de formación, tutorías de jóvenes a empleados de mayor edad o el uso de redes en las que intercambiar experiencias.
A la hora de abordar este proceso, el 92% dice tener una estrategia digital definida, aunque se perciben ciertas lagunas. Por ejemplo, un 78% cree que los proyectos aún existentes de shadow IT no se suelen vincular a esta estrategia general, y un 71% piensa que el eje de la transformación es la tecnología, más que las habilidades, procesos y comportamientos.
En el estudio se percibe también una querencia hacia los entornos abiertos y la co-creación, con colaboraciones, conocimiento compartido, interacción con el ciudadano y transparencia. Pese a esto, aún hay cierta reticencia al aperturismo.