Las grandes cuestiones que plantean las infraestructuras hiperconvergentes
El cambio en la organización de la TI puede generar una serie de dudas a los involucrados, como complejidad del manejo, coste o respuesta.
El paso de la convergencia a la hiperconvergencia ha permitido simplificar todavía más la infraestructura tecnológica de la que dependen las organizaciones. Si antes se funcionaba mediante silos independientes para las distintas partes de la arquitectura, de forma que almacenamiento, servidores, redes y los otros elementos del sistema formaban partes inconexas que requerían de atención y trabajo individualizado, el trabajo de integración que se desarrolla en las infraestructuras hiperconvergentes unifica computación y almacenamiento. Las partes de red, seguridad, administración y seguridad se incluyen dentro de la misma infraestructura, lo que facilita no solo el despliegue y la gestión sino también la escalabilidad: adaptarla al negocio ya no implica tener que modificar a la vez todos los elementos.
La decisión de modernizar la infraestructura para adaptarla a estos nuevos modelos puede plantear, sin embargo, una serie de dudas e incertidumbres, tanto a los responsables de dar el salto como a los que van a gestionar el nuevo sistema o a los encargados de desarrollo de aplicaciones que correrán en este nuevo modelo de organización de la TI. En el manual Nutanix Enterprise Cloud on Primergy, sobre la solución del mismo nombre, se plantean algunas de las más comunes, que pueden verse como una guía de las principales cuestiones que plantea la hiperconvergencia.
¿Cómo de complejo es su manejo?
Los sistemas hiperconvergentes suponen un cambio importante respecto a la forma tradicional de entender las infraestructuras TI. En ese sentido, el momento de la implantación puede resultar algo confuso, hasta que se adquieren unas nociones básicas. Sin embargo, en el corazón de este modelo está la simplicidad en su desarrollo y su manejo. En este caso en concreto, las operaciones se centralizan a través de una única consola, lo que facilita enormemente el trabajo, a través de un panel intuitivo en el que las tareas más trabajosas ven facilitado su desarrollo.
¿Cómo se ejecutan las aplicaciones en este nuevo sistema? ¿Habrá que cambiarlas?
En principio, la infraestructura hiperconvergente está creada para simplificar el esqueleto TI de la organización. Esto no afecta directamente a las aplicaciones con las que se trabaja: en el caso de la nube empresarial de Nutanix para x86 de Primergy, las aplicaciones estándar para estos servidores se ejecutan sin problema a cualquier escala. Al reducir la complejidad del sistema, se vuelve también más sencillo la ampliación e instalación de nodos, con los que cargar nuevas aplicaciones.
¿Y cómo responden ante situaciones inesperadas?
En un sistema hiperconvergente, la recuperación ante este tipo de problemas suele ser más sencilla y, por tanto, rápida, al tener una estructura centralizada y conectada. Con esta solución en concreto, por ejemplo, los tiempos de inactividad se reducen hasta en un 97% frente a los que se manejan con infraestructuras tradicionales.
¿Qué beneficios económicos supone la adopción de esta infraestructura?
Aunque la implantación de un sistema hiperconvergente pueda suponer un desembolso inicial, este se rentabiliza a la larga. En el caso de la solución de Nutanix y Fujitsu, se habla de siete meses como el plazo de amortización, en tanto que el coste de operaciones se reduce un 60% a los cinco años.